La ozonoterapia es una técnica que aprovecha las propiedades del ozono para combatir el envejecimiento, revitalizar el organismo, tratar el dolor, limpiar las arterias de grasa, reparar tejidos dañados, y en general, recuperar el equilibrio del organismo.
Los beneficios de la ozonoterapia son numerosos y también se utiliza para estimular el sistema inmunitario, oxigenar las células sanas y limpiar de toxinas el medio extracelular. Esta mezcla es extraordinariamente beneficiosa si se aplica en dosis concretas y programadas.
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Con la terapia de ozono, el doctor Mariano Bueno Cortés reactiva todas las funciones celulares bloqueadas, especialmente a nivel de las mitocondrias, aumentando la producción de energía.
Cuando nos preguntan para qué sirve la ozonoterapia, podemos afirmar que es una de las técnicas terapéuticas más versátiles y con indicación en más patologías, cubriendo todas las especialidades.
La medicina biológica recomienda la ozonoterapia para:
- Artrosis, especialmente en cadera y rodilla
- Infecciones sistémicas por virus, bacterias u hongos
- Candidiasis intestinal y vaginal
- Enfermedades autoinmunes
- Problemas de infertilidad y endometriosis
- Cáncer, como tratamiento complementario
- Celulitis y obesidad localizada
- Enfermedades degenerativas
- Hernia discale y dolores de columna
- Ulceras que no cierran
- Arterioesclerosis
- Terapia revitalizante y antiaging
- Fibromialgia y Síndrome de fatiga crónica
- Potenciación de otras técnicas terapéuticas
Se determinan según la patología y lugar de afectación. Con frecuencia se combinan para aumentar los beneficios de su aplicación.
La aplicación interna más importante y frecuente es la Gran Autohemoterapia, Consiste en la creación de un circuito cerrado entre el paciente, la máquina de ozono médico y una botella al vacío esteril. Se extraen 150 – 200 ml de sangre venosa del paciente directamente en la botella estéril, se ozoniza y se devuelve toda la sangre ozonizada, produciendo una multitud de efectos beneficiosos de forma inmediata y progresiva.
Aplicaciones internas: insuflaciones vaginales o intestinales. Inyección intraarticular, intradérmica, intravenosa directa o intramuscular (pequeña autohemoterapia). Vía intraótica o intranasal.
Aplicaciones externas: se aplica agua ozonizada o aceite ozonizado en las zonas afectadas. También está la aplicación percutánea, en la que se mete la zona afectada en una bolsa (mano o pie), se hace el vacío, y se llena de ozono.
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