Es uno de los problemas para la salud más importantes en todo el mundo. La resistencia a los antibióticos. Las bacterias se hacen fuertes y la responsabilidad es del mal uso y el abuso de los antibióticos.
Cada año se celebra la Semana Mundial para la Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos. La Organización Mundial de la Salud considera que la divulgación sobre este problema es fundamental ya que, cada vez más, hay una amenaza por la resistencia de los microbianos y, al mismo tiempo, menos antibióticos disponibles o investigaciones que los desarrollen.
Es cierto que la farmacorresistencia de las bacterias es un fenómeno natural y evolutivo, los microorganismos más resistentes no mueren al exponerse a un antimicrobiano y pueden transmitir esta resistencia a su descendencia. Pero si esto es un fenómeno normal, ¿Por qué se ha convertido en un problema para la salud a nivel global? La respuesta tiene que ver con el mal uso, el abuso y el uso insuficiente de los antibióticos.
Desde la Organización Mundial de la Salud apelan a la responsabilidad de pacientes, prescriptores, la industria farmacéutica y las propias administraciones públicas. De hecho, en España se ha reducido en más de un 7 por ciento el consumo de antibióticos para uso humano desde 2013, y más de un 30 por ciento para el tratamiento animal. Este es el resultado de la aplicación de una serie de medidas dentro del Plan Nacional frente a la resistencia de los Antibióticos.
Desde la OMS reconocen que hay otros factores, como el uso de dosis de antibióticos subterapéuticas para fomentar el crecimiento de los animales en la ganadería. Esto puede derivar en el crecimiento de microorganismos resistentes que se traspasan al ser humano. Las deficiencias en la prevención y en el control del contagio de las infecciones también es un factor decisivo.
¿Cómo nos afecta esta resistencia? En España, en torno a 3.000 personas mueren cada año a causa de infecciones por bacterias resistentes. La OMS publicó en 2017 la primera lista de bacterias resistentes y las clasificó en función de la urgencia en encontrar nuevos medicamentos.
Como explican desde el organismo internacional, “el grupo de prioridad crítica incluye las bacterias multirresistentes que son especialmente peligrosas en hospitales, residencias de ancianos y entre los pacientes que necesitan ser atendidos con dispositivos como ventiladores y catéteres intravenosos. Entre tales bacterias se incluyen las siguientes: Acinetobacter, Pseudomonas y varias enterobacteriáceas como Klebsiella, E. coli, Serratia, y Proteus”. Estas son las bacterias que pueden provocar infecciones graves, como las de la corriente sanguínea y las neumonías.
Las bacterias que ofrecen una “farmacorresistencia creciente y provocan enfermedades comunes como la gonorrea o intoxicaciones alimentarias por salmonela”, se sitúan entre el segundo y el tercer grados de prioridad.
¿Qué podemos hacer para mantener alejadas las bacterias resistentes?
- El consejo más extendido, y muy importante, es el de lavarse las manos, especialmente después de tocar carne o pescado. Además, es conveniente lavar bien la verdura cuando vamos a comerla cruda. Los antibióticos se utilizan en la ganadería y, a través de los excrementos podrían pasar a los cultivos y al agua, propagando la presencia de bacterias resistentes.
- Los antibióticos solo deben utilizarse para el tratamiento de infecciones bacterianas. Son totalmente ineficaces para el virus del resfriado o de la gripe y un abuso en su consumo puede llevar a esta resistencia.
- Los tratamientos con antibióticos no deben interrumpirse aunque nos encontremos mejor. Si algunas bacterias sobreviven, pueden volver a infectarnos.
- Los antibióticos solo deben tomarse para el momento en el que se prescriben y no es conveniente guardarlos ni consumir antibióticos que se hayan recetado a otras personas.
En el año 2014 se publicó in informe que preveía en torno a 10 millones de muertes al año por la resistencia bacteriana. En Biosalud Day Hospital desarrollamos tratamientos de medicina integrativa; combinamos la medicina convencional con la medicina biológica para los tratamientos de patologías como la Malattia di Lyme, atendiendo especialmente a los efectos secundarios que este tipo de medicamentos tienen sobre el intestino, entre otros.
Efectos secundarios del uso de antibióticos
Los antibióticos, aun bien administrados, pueden tener consecuencias negativas sobre nuestra salud: al tiempo que eliminan las bacterias, destruyen nuestra flora intestinal. La microbiota es fundamental para el funcionamiento del tracto intestinal y la maduración de los sistemas autoinmune y nervioso.
Los antibióticos eliminan bacterias buenas y rompen el equilibrio bacteriano del intestino, lo que puede provocar a medio plazo obesidad, síndrome inflamatorio intestinal y otras patologías. No obstante, todos los antibióticos no tienen los mismos efectos ni estos tienen la misma duración.
Además de la importancia de la alimentación para equilibrar la microbiota, será el especialista médico el que paute un tratamiento que nos permita recuperar la salud intestinal.