La enfermedad de Lyme está provocada por una bacteria muy agresiva para el organismo pero ¿Cómo actúa? ¿Por qué debilita tanto a las personas que padecen esta patología? Un estudio nos ofrece nuevas respuestas.
El Lyme es una enfermedad controvertida pero real. Controvertida porque no se conoce bien y su alcance está cuestionado. Real porque cada día miles de personas, sobre todo en Estados Unidos y Europa, sufren sus terribles consecuencias para el sistema neurológico, en su movilidad y en el funcionamiento general del organismo y aún peor cuando hablamos de Lyme crónico.
En Biosalud Day Hospital siempre decimos que la borrelia burgdorferi, la bacteria que provoca el Lyme, es muy agresiva. Lo vemos cada día en la consulta con pacientes de todo el mundo que sufren el Síndrome de Multiinfección Multisistémica – como se llama al Lyme Crónico-. Esta bacteria es una espiroqueta (la bacteria tiene forma de espiral), una especie que se caracteriza por su gran movilidad en todo tiempo de ambientes y tejidos.
Los síntomas de la enfermedad de Lyme hacen que se confunda con enfermedades autoinmunes. Y lo que es más, de esta patología infecciosa derivan enfermedades autoinmunes para los pacientes. Ahora sabemos por qué sucede esto.
La bacteria borrelia burgdorferi altera el sistema inmune ya que interrumpe la comunicación entre las células dendríticas y los linfocitos o células T. Las células dendríticas son las que marcan el agente patógeno para que los linfocitos lo reconozcan como extraño para el organismo y actúen, defendiendo nuestro cuerpo.
La respuesta autoinmune del paciente no es la adecuada porque la bacteria actúa sobre las células dendríticas y les impide presentar los antígenos de la bacteria – las proteínas de este agente patógeno que es la borrelia- a los linfocitos T.
Este mecanismo se ha descubierto por investigadores del Centro de Investigación Clínica para la Enfermedad de Lyme Johns Hopkins. Para entender cómo la infección por esta bacteria debilita el sistema inmune, los investigadores aislaron células dendríticas de pacientes sanos y las expusieron a la borrelia burgdorferi. Lo que se detectó fue que la bacteria modifica la estructura de los receptores que se encuentran en la superficie de estas células del sistema inmunitario y, en lugar de detectar a un agente extraño, detectan células sanas y las presentan como “enemigos” a los linfocitos T.
Los autores de la investigación señalan que los pacientes con una predisposición genética a padecer enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide, la bacteria borrelia burgdorferi podría actuar como desencadenante de la patología autoinmune.
Desde Biosalud Day Hospital celebramos que se avance en la investigación de la enfermedad de Lyme ya que estos resultados nos permiten avanzar en el desarrollo de tratamientos innovadores. Por otra parte, este tipo de conclusiones avalan el enfoque que los especialistas en la enfermedad de Lyme aportamos a la enfermedad. Cuando la bacteria no es destruida por el sistema inmunitario en una primera fase de la enfermedad, se extiende por el organismo con consecuencias irreparables.
Por eso es tan importante ampliar el conocimiento sobre el Lyme y lograr diagnósticos tempranos eficaces.
1 comentarios en «La relación del Lyme con las enfermedades autoinmunes»
Buenas tardes… Gracias por postear esa información… Me pregunto si además de la Lyme, pudiese inducir en determinados pacientes Miastenia Gravis… Gracias de antemano por sus comentarios…
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