El cáncer es la primera causa de mortalidad en el mundo y su incidencia sigue creciendo, aunque también lo hace la supervivencia. La detección precoz y la investigación y aplicación de las llamadas terapias biológicas están influyendo en la menor mortandad por cáncer.
Detrás de la palabra Cáncer, encontramos un gran número de variantes que pueden afectar a cualquier parte del organismo. Lo que tienen en común es que se desarrolla por la mutación celular acompañada de una multiplicación muy rápida que facilita la propagación en un proceso conocido como “metástasis”.
Ante estas células, el sistema inmunitario no actúa, bien porque las células cancerosas producen señales que impiden al sistema inmunitario detectarlas, o porque estas células, presentan modificaciones que hacen que el sistema inmunitario no las reconozca y las ataque.
Cáncer e Inmunoterapia
A diferencia de las terapias oncológicas convencionales que se centran en la destrucción del tumor, algunas de las técnicas que se engloban dentro de las terapias biológicas lo que precisamente hacen es actuar sobre el sistema inmunitario para facilitar la detección natural de las células cancerosas y ayudar en la lucha del propio organismo contra la enfermedad. Este es el principio fundamental en el que se basa la Inmunoterapia y las “terapias modificadoras de la respuesta biológica” y que también se aplican para reducir los efectos secundarios de la radioterapia o la quimioterapia.
El nombre de terapia biológica deriva de la procedencia de las sustancias que se usan en los tratamientos: organismos vivos o versiones producidas en laboratorio de los organismos vivos utilizados para combatir la enfermedad. Este tipo de terapias se aplican de forma complementaria a los tratamientos convencionales. Sólo la inmunoterapia inmunogénica autóloga genera además linfocitos de memoria que reduce en un altísimo porcentaje la posibilidad de recidiva ya que promueven la “memoria” biológica en el organismo del paciente permitiéndole que si en algún momento vuelven a aparecer este tipo de células sean destruidas de inmediato incluso si son aquellas que han “escapado” a la toxicidad de la quimioterapia.
Tipos de terapias biológicas
El Instituto Nacional del Cáncer del NHS (National Health System de Estados Unidos) describe algunos tipos de terapias biológicas, en función de la sustancia que se usa y que están aprobadas en EEUU:
- terapia con anticuerpos monoclonales para el linfoma no Hodking y la leucemia linfocítica crónica.
- terapia con citocinas: activan algunos glóbulos blancos de la sangre y se ha aprobado para el melanoma, el sarcoma de Kaposi y varios cánceres hematológicos.
- vacunas de tratamiento del cáncer, diseñadas para apuntar a varios tipos de cáncer o a un antígeno específico.
- terapia del bacilo de Calmette- Guérin: tratamiento eficaz en los pacientes con cáncer de vejiga en estado inicial.
- terapia vírica oncolítica
- terapia génica: trata de introducir material genético en células vivas. Aunque es experimental, se está investigando para muchos tipos de tumores.
- terapia adoptiva de transferencia de lifocitos T: esta terapia trata de hacer crecer en el laboratorio las células que tienen mayor actividad antitumoral.
En Biosaludllevamos a cabo terapias complementarias al tratamiento del cáncer que buscaban reducir los efectos negativos de las terapias convencionales, al tiempo que potenciaban sus efectos. El desarrollo de una técnica de Inmunoterapia basada en la creación de vacunas personalizadas programadas en un laboratorio molecular a partir de los exosomas de las células dendríticas autólogas, transformadas de células mononucleares del propio paciente, podrían combatir su cáncer específico. Es lo que llamamos, en Biosalud Day Hospital, Inmunoterapia Inmunogénica, una técnica que hemos conocido y que podría ser complementaria al tratamiento prescrito por el oncólogo.