La esclerosis múltiple es una enfermedad que ha adquirido una gran repercusión en los últimos años porque los diagnósticos son más frecuentes y porque los afectados reclaman que se destinen más fondos a la investigación de dicha patología. En el artículo de hoy vamos a profundizar en las enfermedades que imitan la esclerosis múltiple, no sin antes explicar los síntomas y el origen de esta dolencia.
Qué es la esclerosis múltiple y sus síntomas más frecuentes
La Esclerosis Múltiple se ha clasificado como una entidad clínica–patológica desde hace más de un siglo, pero su causa es aún desconocida. Se caracteriza por lesionar el sistema nervioso central a través de la pérdida de mielina y una disminución de axones. La esclerosis múltiple se caracteriza por unos síntomas como la debilidad, las parestesias, los problemas en la visión, el temblor intencional, la ataxia, la alteración de la sensibilidad profunda, las alteraciones emocionales y el deterioro cognitivo.
¿Es lo mismo la esclerosis múltiple y la ELA?
Muchas personas creen erróneamente que la esclerosis múltiple y la ELA son lo mismo. En las siguientes líneas nos centramos en explicar las similitudes y diferencias entre una enfermedad y otra. En la sintomatología que comparten hay que destacar una sensación de debilidad y la rigidez muscular, lo que se suele traducir en dificultad para mover las extremidades y en una pronunciada descoordinación motora. La esclerosis múltiple y sus síntomas tempranos incluyen hormigueo y dificultades para caminar.
Sin embargo, por otro lado, a medida que la esclerosis múltiple avanza empiezan los problemas de índole emocional y cognitiva: ataques de ansiedad, tristeza y pesadumbre, así como fallos de memoria. Por el contrario, la ELA no presenta problemas cognitivos sino un agravamiento severo de la movilidad y de toda la función motora, que sigue empeorando de forma paulatina. Incluso en las últimas fases de la enfermedad ELA, los pacientes suelen sufrir problemas para tragar y para respirar.
Enfermedades con síntomas similares a la esclerosis múltiple
Además de la ELA, hay otras enfermedades que imitan a la sintomatología de la esclerosis múltiple. La fibromialgia, el síndrome de la fatiga crónica o la neuromielitis óptica son algunos de las dolencias más relevantes. A continuación, explicamos en detalle las características de dichas enfermedades y os facilitamos un enlace al tratamiento de la fibromialgia y del síndrome de la fatiga crónica.
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Fibromialgia.
La fibromialgia se compone de un grupo de problemas y trastornos en el sistema músculo–esquelético y los síntomas más frecuentes son la fatiga extrema, los dolores persistentes cerca de las articulaciones, y también rigidez de diferente intensidad en los músculos, en los tendones y en el tejido blando circundante. A continuación, facilitamos un enlace para ampliar información sobre el tratamiento de la fibromialgia.
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Síndrome de fatiga crónica.
Por su parte, el síndrome de fatiga crónica es un trastorno catalogado de debilitante y con un síntoma principal: una fatiga de la que el cuerpo no parece nunca recuperarse. Esta debilidad, el dolor muscular, fallos de memoria o escasa concentración mental, dificultades para conciliar el sueño, conforman la sintomatología principal de esta patología. En BioSalud Day Hospital hemos desarrollado un tratamiento natural contra el síndrome de la fatiga crónica.
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Neuromielitis óptica.
Por último, otra enfermedad que es una imitadora de la esclerosis múltiple es la neuromielitis óptica. Es una enfermedad crónica inflamatoria con efectos que atacan al nervio óptico y a la médula. Sus síntomas suelen focalizarse en brotes de neuritis óptica de alta intensidad, que pueden producir ceguera y también paraplejias de diferente gravedad.
¿Es posible confundir la esclerosis múltiple con la ansiedad?
Es posible confundir la esclerosis múltiple con ansiedad porque los síntomas como las alteraciones emocionales pueden llevar a equívoco. A menudo, los pacientes diagnosticados con esclerosis múltiple desarrollan ansiedad por la incertidumbre acerca de su futuro y por tratarse de una patología clasificada como incurable en la actualidad. Podemos concluir entonces que la ansiedad es una de las consecuencias de la esclerosis múltiple y ese es el motivo por el que se las relaciona.
Cuál es el tratamiento para curar la esclerosis múltiple
El tratamiento de la esclerosis múltiple es una de las especialidades de nuestra clínica. Antes de aplicar las medidas oportunas, hay que determinar el tipo de esclerosis múltiple que padece el paciente. Un diagnóstico certero de los siguientes tipos de esclerosis múltiple permitirá tratarla de la forma más adecuada posible.
- Esclerosis múltiple primaria progresiva que afecta a 1 de cada 6 personas en el momento del diagnóstico.
- Esclerosis múltiple remitente recurrente que afecta a 5 de cada 6 personas cuando se lleva a cabo el diagnóstico inicial.
- Esclerosis múltiple secundaria progresiva afecta a 3 de cada 7 enfermos de esclerosis múltiple una década después del diagnóstico.
Si bien la esclerosis múltiple no tiene cura a día de hoy, el tratamiento puede disminuir de forma notoria los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Estamos convencidos de que este artículo sobre enfermedades que imitan la esclerosis múltiple os habrá servido de ayuda para distinguir entre las diferentes dolencias que pueden provocar confusión, aunque si todavía tenéis alguna duda, os recomendamos contactar con nuestro personal sanitario especializado en esclerosis múltiple.
Fuentes