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Evolución coronavirus en España


Personas con mascarilla

La gestión de la pandemia provocada por el Covid-19 ha evolucionado conforme hemos ido conociendo los efectos de la enfermedad, su comportamiento y la incidencia. Las medidas tomadas a nivel individual y local han sido eficaces y volvemos a la normalidad, pero hay unas pautas que todavía están vigentes.

El primer caso de covid-19 en España fue confirmado en La Gomera, el día 31 de enero de 2020. El paciente era un turista alemán que fue ingresado en la isla con síntomas y sus análisis resultaron positivo en coronavirus. Esta persona se había contagiado en Alemania, a través de una persona infectada con el virus.  Fue el 24 de febrero cuando el virus dio el salto a la península, los primeros casos se detectaron en Cataluña, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid. A partir de este momento, los casos en España evolucionaron y se inició una época de cambio que desembocaría en la llamada “nueva normalidad”.

El 14 de marzo de 2020 se decretó el Estado de Alarma, una situación de la que hubo 6 prórrogas, hasta el 21 de junio. Esta situación excepcional, que se repitió de nuevo a final de 2020, tenía dos objetivos: evitar la propagación del virus y movilizar todos los recursos necesarios para combatir el covid-19, especialmente los recursos sanitarios.

En aquel momento poco sabíamos de un virus que se ha extendido por todos los países del mundo afectando a más de 200 millones de personas y provocando 4,5 millones de fallecimientos. Estados Unidos, India, Brasil y Reino Unido encabezan unas dramáticas cifras que, en España, también han golpeado: casi cinco millones de personas infectadas y más de 85.000 personas fallecidas.

Evolución en la detección del Covid-19

Los sectores sanitario y farmacéutico ha trabajado de manera intensa en los últimos meses: los primeros, para atender al día a día de los pacientes y los segundos, para encontrar un método masivo de prevención, una vacuna. En ambos casos ha tenido éxito a los que hay sumar el avance en los modelos de detección del virus.

La sintomatología ha sido una de las formas más ágiles y eficaces de prevención: ante la primera manifestación de síntomas compatibles con el covid o cercanía con personas contagiadas, la medida de confinamiento se impuso como automática, incluso sin esperar a los resultados de los análisis covid. Esto, que podía parecer un exceso de celo para muchas personas, también ha evitado contagios y sirvió para aliviar la carga del sistema de salud, saturado por la atención a esta pandemia.

El avance de la ciencia biomédica se centró en la investigación de varias líneas de acción con inversiones millonarias. En investigación y desarrollo de vacunas se estima que la inversión ha sido de 5.000 millones de euros. Una vez que se sabe que las vacunas no son cien por cien eficaces y que la respuesta inflamatoria a nivel pulmonar puede ser letal en este caso, se está investigando en una combinación de fármacos que bloqueen esta inflamación aguda (y sus efectos como la llamada, tormenta de citoquinas que provoca este distrés pulmonar.

Y aún con todas estas medidas, aparecieron las primeras personas con covid persistente, es decir, personas que han seguido manifestando síntomas del covid mucho tiempo después que la media.

¿Qué pautas de cuidado contra el Covid-19 hemos seguido?

La prevención contra el Covid-19 ha supuesto un curso acelerado sobre pautas de prevención de contagios. Todas las autoridades sanitarias, desde la Organización Mundial de la Salud hasta los responsables sanitarios locales, han insistido en estas 8 pautas:

  • Lavado frecuente de manos y uso de hidrogel.
  • Uso obligatorio de mascarilla.
  • Estornudar o toser en el antebrazo.
  • Evitar tocarse la cara.
  • Limpiar de forma asidua las superficies.
  • Mantener una distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas
  • Ventilar los espacios cerrados

En un principio, además, llevábamos guantes, lavábamos la ropa o desinfectábamos la compra al llegar a casa. El uso de mascarilla y la distancia social han sido, y siguen siendo, las medidas más efectivas para luchar contra esta enfermedad.

Por otra parte, se ha hablado mucho de la necesidad de mantener un sistema inmune fuerte. Aunque es cierto que la mayor predisposición al contagio depende de diferentes factores de la salud de cada persona, así como de la peligrosidad del virus y de otros factores externos, lo mejor o peor que esté preparado nuestro cuerpo, influirá sobre nuestra capacidad para tener esta y otras enfermedades.

En condiciones normales, el sistema inmunitario nos defiende de forma eficaz. Si no, la mayor parte de la población estaríamos enfermas todo el tiempo. Lo que sí es cierto es que el cuidado de la salud y del sistema inmunitario son aspectos clave para aquellas personas con mayor predisposición a padecer enfermedades.

La valoración del estado de salud del sistema inmunitario se puede realizar a través de diferentes pruebas que analizan nuestro sistema intestinal, donde reside parte del sistema inmunitario, y las propias pruebas para detectar el covid-19.  

Para el cuidado del sistema inmune podemos contar con un tratamiento específico o adoptar pautas en nuestro día a día que nos ayuden.

¿Y ahora, qué sucede con el covid-19?

En la actualidad España se encuentra en una situación de riesgo bajo. Sin embargo, las medidas protectoras no se han levantado plenamente y tardaremos en quitarnos la mascarilla en los espacios cerrados. De hecho, muchas personas se van a sentir más seguras si la llevan. Lo que sí hemos hecho es tomar conciencia de cuidado preventivo y de la necesidad de preparar nuestro organismo para defenderse de manera eficaz antes las enfermedades.

Desde Biosalud vemos en la actualidad diferentes tendencias de comportamiento frente a la covid-19:

  • La de las personas concienciadas con la prevención y el cuidado de la salud y que integran las pautas contra el covid en su vida – no olvidemos que el virus, no solo no ha desaparecido, sino que sigue evolucionando con diferentes cepas.
  • La de quienes quieren volver al punto de partida y relacionarse sin ningún tipo de prevención.
  • La de aquellas personas que todavía no han recuperado su salud y que pueden presentar síntomas del síndrome postcovid. En este sentido, todavía hay mucho por estudiar ya que el periodo de tiempo de referencia no ha sido lo suficiente amplio como para conocer todas las consecuencias de esta pandemia.

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