La Artritis Reumatoide es una enfermedad autoinmune que cursa con inflamación continuada de las partes blandas o revestimiento de una o varias articulaciones. La inflamación va destruyendo el cartílago articular, reduciendo progresivamente la movilidad de la articulación afectada por la erosión del hueso y la deformidad de las articulaciones.
Esta enfermedad puede ser más grave en función de su evolución ya que puede llegar a quedar inmovilizada la articulación afectada. En algunos casos, la artritis puede extenderse al resto de articulaciones, siendo una causa de discapacidad física, y a otros sistemas corporales como la piel, los ojos, el corazón, pulmones y vasos sanguíneos con unos síntomas inespecíficos.
Por este motivo es tan importante un diagnóstico precoz y el tratamiento que frene el deterioro de los tejidos.
La artritis reumatoide es una enfermedad con mayor incidencia entre las mujeres, sobre todo en edad adulta, pero no es una enfermedad exclusiva de este sector de la población y puede presentar sus primeros síntomas a cualquier edad y sexo.
Encontrar las causas de la artritis en cada caso, es uno de los primeros objetivos de Biosalud Day Hospital. Cuando vemos a un paciente con los síntomas típicos de rigidez y dolor articular nos preguntamos qué ha originado esta situación del sistema inmunitario y por qué está actuando de esa forma. El análisis causal es prioritario para nosotros.
Pueden existir unos factores comunes a todas las enfermedades autoinmunes, como la carga genética que determina una predisposición a padecer la enfermedad. Pero son los factores externos los que contribuyen de manera decidida a que se desencadene esta enfermedad.
Los factores ambientales se refieren a:
- Infecciones generalizadas o localizadas provocadas por bacterias o virus, agravadas en muchos casos por una candidiasis crónica intestinal.
- Suma de algunos factores ambientales extracelulares como el estrés oxidativo.
- Intoxicación por metales pesados.
- Intolerancias alimenticias.
- Ph ácido en los tejidos, que puede empeorar el diagnóstico.
La artritis reumatoide es una enfermedad que puede afectar a todas las articulaciones, aunque se presenta especialmente en las articulaciones pequeñas de las manos y de los pies. En la mayoría de los casos, la artritis reumatoide afecta a las articulaciones de forma simétrica (a ambos lados del cuerpo al mismo tiempo y en la misma medida).
Los síntomas que afectan a las articulaciones
Los principales síntomas de la artritis reumatoide que afecta a las articulaciones son:
- Limitación de los movimientos, hinchazón de una o varias articulaciones, dolor y temblor en las extremidades, principalmente en las manos.
- Deformación de la articulaciónafectada que se incrementa con el tiempo y llega a impedir moverse con libertad
- Pérdida progresiva de fuerza
- Dolor
- Rigidez
- Hinchazón, calor y enrojecimiento
Los síntomas adicionales o extra articulares
Algunas personas con artritis reumatoide experimentan una serie de síntomas más generales, como:
- Cansancio, bajones emocionales y falta de energía
- Una temperatura elevada (fiebre)
- Transpiración
- Problemas digestivos como gases, digestiones pesadas, inflamación abdominal, estreñimiento o diarreas
- Pérdida de peso
En Biosalud Day Hospital tratamos la artritis reumatoide utilizando las técnicas y tratamientos de la Medicina Biológica. En general buscamos reparar la inmunidad del paciente, con lo que buscamos frenar el dolor y los aspectos sintomáticos, detener el avance de la enfermedad y devolver la fortaleza al sistema inmunitario, que está atacando al propio organismo.
Hecho el diagnóstico causal y biológico, protocolizamos el mejor tratamiento personalizado que nos permita conseguir frenar la enfermedad. Utilizamos para ello técnicas muy avanzadas en el control de la inflamación y el dolor, sobre todo, carentes de efectos secundarios y contraindicaciones: ozonoterapia, mesoterapia, magnetoterapia focal, terapia de biorregulación electromagnética, acupuntura, Physicalm, fotonterapia, auriculomedicina, crioelectroforesis, hidroterapia de colon, terapia neural, aféresis terapéutica, hipertermia corporal, hipertermia molecular, homeopatía, fitoterapia, medicina ortomolecular, Biomedicina inmunogenética, terapia celular y medicina regenerativa.
- Las intolerancias alimenticias, tanto temporales como intolerancias genéticas
- Alteraciones en procesos crónicos víricos
- Muchas veces las artritis reumatoides más dificultosas de controlar con tratamientos convencionales a base de cortisona tienen su origen en procesos micóticos, donde hay una infección por candida albicans a nivel intestinal, que, junto con otras circunstancias genera la alteración del sistema inmunitario
El diagnóstico de la artritis reumatoide es clínico y analítico y busca las causas que han desencadenado la enfermedad. En Biosalud Análisis disponemos de las pruebas específicas para su diagnóstico, incluidas las causas que la están produciendo.
El diagnóstico también comprende la exploración de las articulaciones dañadas y el análisis sanguíneo en el que podemos encontrar factores reumáticos, entre otros aspectos para analizar.
Después del análisis en profundidad de las casusas de la enfermedad, encontramos que el diagnóstico en algunos pacientes es realmente un Lyme crónico, pero están mal diagnosticados. El tratamiento del Lyme es un tratamiento especializado y completamente diverso, al tratarse de una enfermedad multi-infecciosa. Es importante descartar la enfermedad de Lyme en los casos de enfermedades autoinmunes para poder aplicar el tratamiento más adecuado.
- Síndrome del túnel carpiano
- Inflamación generalizada
- Daño en las articulaciones
- Enfermedad cardiovascular
- Mileopatía cervical
En Biosalud muchas veces conseguimos detectar las causas reales que han activado la enfermedad, y éstas sí podemos curarlas, con lo que muchos pacientes están completamente asintomáticos desde hace años. Una vez determinadas, realizamos un protocolo de tratamiento personalizado, nunca hay dos tratamientos iguales porque las causas no están presentes de la misma forma en cada paciente.
Todas las enfermedades autoinmunes tienen el mismo patrón de prevención. Todas dependen de una carga genética inevitable y unos factores externos que activan esta carga genética que sí son evitables. Evitar la acumulación de metales pesados, productos químicos tóxicos, llevar una dieta pobre en alimentos refinados y en harinas blancas, azúcar o productos industriales, y rica en verduras y proteínas de alta calidad. Mantener equilibrado el pH y no sufrir stress oxidativo.
La tendencia genética del paciente a padecer la enfermedad (un HLA articular predisponente) se da en torno al 80 por ciento de los casos pero también son muy frecuentes las infecciones activas por algunos virus y candidiasis intestinal. Es importante medir el nivel de oxidación celular y las reservas antioxidantes, así como determinar la presencia de metales pesados, especialmente de mercurio y plomo. Una vez obtenido el diagnóstico preciso, prescribiremos el mejor tratamiento que nos permita en el peor de los casos, controlar la enfermedad y que el paciente tenga una buena calidad de vida.
El diagnóstico temprano puede ser difícil porque, de forma previa a la aparición de los síntomas articulares, la enfermedad puede presentar unos síntomas inespecíficos como el cansancio, fiebre o sensación de malestar, típicos de diferentes enfermedades autoinmunes.
En cuanto a su evolución, la artritis reumatoide varía mucho en función del tratamiento y sus causas. En algunos casos la evolución de la enfermedad puede detenerse y en otros progresar de forma lenta con periodos en los que se agravan los síntomas y otros en los que desaparecen.
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