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El síndrome aerotóxico en los aviones, una amenaza desconocida para viajeros frecuentes

Los pilotos, el personal auxiliar de vuelo y los pasajeros frecuentes (considerados aquellos que hacen dos o más vuelos por semana) están ante un peligro poco conocido por el público: el síndrome aerotóxico. Esta patología se produce al respirar repetidamente el aire de la cabina del avión, que procede de los motores y está cargado de muchas sustancias neurotóxicas: disolventes del benceno, tricresyl fosfatos (TCP) y PBDEs (sustancias químicas que se agregan a los productos de consumo para hacer más difícil que ardan).

Estos componentes también son cancerígenos e inmunotóxicos (tienen efectos adversos para el sistema inmunitario causando por ejemplo alergia o inflamación), por lo que se van acumulando en nuestro organismo e intoxicándonos progresivamente.

Síntomas a corto y largo plazo

Los síntomas agudos habituales a corto plazo son de tipo neurológico. Desde dolores de cabeza, dificultad para memorizar o concentrarse, mareos o sensación de vértigo, hasta convulsiones, temblores y ataques de pánico. A estos síntomas a veces se suman los de tipo respiratorio: tos, afonía, picor de garganta, asma, irritación de las vías respiratorias y dificultad respiratoria. También aparecen en ocasiones dolores gastrointestinales, dolores musculares y fatiga.

A medio plazo, el síndrome aerotóxico puede provocar problemas cardiovasculares, ictus, intestino irritable, pérdida de memoria, deterioro cognitivo, depresión, ansiedad, alteración de la personalidad y fatiga crónica, con altas tasas de incapacidad temporal.

Todos estos síntomas pueden llegar a derivar en enfermedades como cáncer o Parkinson, según un estudio publicado este año en la revista Environment Health.

Tratamiento del síndrome aerotóxico

Este síndrome debe ser tratado convenientemente, con un enfoque sistemático y consistente para el diagnóstico y posterior tratamiento de las personas expuestas. Según los datos que hemos recopilado en Biosalud Day Hospital, el tratamiento conlleva terapia de filtración sanguínea, entre otros tratamientos, por lo que es fundamental concienciar a los demás sobre el impacto real del síndrome aerotóxico.

¿Cómo se controla y previene este síndrome?

Hasta la fecha, ni las aerolíneas ni los fabricantes de componentes de aviones y piezas de aeronaves han llevado a cabo oficialmente mediciones de los posibles riesgos de exposición a dichas sustancias contaminantes.

Durante el congreso internacional Aircraft Cabin Air Conference 2023, dedicada a estudiar los efectos del aire contaminado en los aviones, la mayoría de expertos (entre los que se encontraba una representación de Biosalud) coincidieron en que es necesario instalar filtros y sensores de “purga de aire” eficaces en las aeronaves y regular los límites en la cantidad de sustancias químicas que puede contener el aire de una cabina aérea.

También concordaron en que urge realizar un reconocimiento, investigación y manejo de las personas que sufren efectos tóxicos, incluyendo acciones y mediciones durante el vuelo, inmediatamente después del vuelo y en seguimientos posteriores.

Las medidas preventivas, con tratamientos que filtren la acumulación de estas sustancias y eviten su acumulación en los tejidos, son la clave. Un ejemplo de este tipo de tratamientos es la terapia de filtración y depuración sanguínea INUSpheresis©, en la que Biosalud es el centro de referencia en España. Esta terapia limpia la sangre de toxinas y todo tipo de sustancias nocivas, de manera que se puede utilizar de forma preventiva, evitando la acumulación de sustancias y, por consiguiente, el síndrome aerotóxico, o también para tratar a pacientes que ya tienen síntomas.

Fontes

Mariano Bueno

O Dr. Mariano Bueno e a sua equipa

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