Es una patología crónica, inflamatoria, de la piel y la mucosa de la vulva, de origen desconocido, en la cual pueden estar implicados factores genéticos, inmunitarios y hormonales. Es de carácter progresivo y afecta a mujeres en cualquier etapa de la vida, con una frecuencia de 1/30 en la edad adulta.
El síntoma principal es el prurito o picor vulvar, asociado en muchos casos a sensación de ardor y disconfort.
Puede producir fisuras, atrofia de la piel, fusión de labios menores con pérdida de la anatomía vulvar.
También presentan dispareunia o dolor con las relaciones sexuales.
Especialistas en Enfermedades Autoinmunes, enfermedad de LYME y tratamientos orientados a la Longevidad Biológica.
