Durante las vacaciones nos exponemos en mayor medida a la acción directa del sol. Una protección adecuada es fundamental para evitar las consecuencias y si se produce alguna lesión, la medicina biológica te ofrece soluciones.

Nuestra piel es la parte del cuerpo que más sufre durante el verano y no solo a causa de la radiación directa del sol. Debemos tener en cuenta que los rayos del astro rey también se reflejan en el agua y en la arena, por lo que una sombrilla no asegura una protección total. La exposición excesiva a la luz ultravioleta puede provocar quemaduras solares, aumentando el riesgo de que se generen daños en la dermis y ciertas patologías.

La enfermedad más grave es el cáncer de piel, entre los que destacan, según la Asociación Española Contra el Cáncer, los melanomas y los carcinomas cutáneos. El principal factor de riesgo para su aparición son las radiaciones solares, capaces de mutar el ADN de las células de la piel e impedir su regeneración, iniciando así el proceso de la formación del cáncer. Los tratamientos de oncología integrativa de Biosalud Day Hospital, así como la inmunoterapia para el cáncer, refuerzan el sistema inmunitario de una forma natural y pueden contrarrestar los efectos secundarios de un tratamiento convencional. Su idoneidad depende del cuadro clínico y características del paciente, y siempre se llevan a cabo en colaboración con el oncólogo de referencia.

Otra afección menos grave pero no menos importante es el envejecimiento prematuro cutáneo. Las arrugas y las manchas o hiperpigmentaciones aparecen generalmente a partir de los 35 años y afectan a la mayoría de la población mayor de 65 años. Además de cuidar el cutis, debemos tener especial atención con el cuello. Una zona de gran visibilidad y con una piel muy sensible en la que los signos de envejecimiento a causa del sol se reflejan particularmente.En Biosalud mejoramos el aspecto de la piel, que puede recuperar su firmeza y luminosidad con un tratamiento de plasma rico en plaquetas, que además actuará contra el envejecimiento prematuro de las células. 

Cuidado con los ojos

Cualquier parte del cuerpo que esté expuesta puede dañarse, incluso las zonas que permanecen cubiertas, según sea el material y la trama de la vestimenta. Se debe extremar la protección de los ojos que son muy sensibles a la luz ultravioleta. La exposición solar al cristalino puede provocar aspereza y escozor, en algunos casos, puede causar cataratas o quemaduras químicas en la córnea, y en otros más extremos, ceguera por daño en la retina.

La principal protección para la vista son las gafas de sol y evitar la exposición a la luz solar entre las 10 y las 16:00 de la tarde. Horas en las que el astro rey se encuentra más alto y en las que proyecta mayor agresividad ultravioleta. Siempre es fundamental protegerse pero más aún prevenir y mantener una buena salud ocular. Uno de los complementos naturales que Biosalud recomienda es el extracto de mirtilo. Este suplemento mejora la circulación e incrementa el oxígeno y los niveles energéticos en los ojos, perfecto para prevenir las cataratas o la escasa visión. 

Atención al cabello

El cloro y productos químicos que se encuentran en la piscina, el salitre del mar, los rayos solares o  el incremento de la sudoración debilitan los folículos pilosos. Estas «agresiones», típicamente veraniegas, pueden alterar la estructura molecular natural del cabello, modificar su coloración, su pH natural y provocar su caída.

Ante la destrucción progresiva del cabello, Biosalud  dispone de los medios técnicos más avanzados para realizar un diagnóstico completo de las disfunciones del sistema capilar y sus consecuencias. En tan solo tres sesiones individualizadas puede mejorar la salud capilar y se conseguirá un mayor volumen, eliminando los efectos nocivos del verano.