¿Ciencia o ciencia ficción?
Tratamientos que hasta ahora se venían aplicando exitosamente e nivel general en clínicas y hospitales.
Sin embargo esto podría cambiar en el futuro si el proyecto «Avatar 2045 Iniciative» llegara a hacerse realidad. Su impulsor, un multimillonario ruso que está dispuesto a invertir una gran fortuna en este proyecto, confía no solo en frenar el proceso de envejecimiento, sino la propia muerte. ¿Estamos ante la «locura» de alguien que no acepta la muerte como un hecho inherente de la vida, sobre todo cuando su fortuna está en juego, o es la genialidad de un hombre interesado realmente por la investigación científica.
Básicamente el proyecto constaría de tres fases; en la primera, que aspiran a que esté completada alrededor del 2025, se debería haber conseguido crear un individuo a medio camino del ciborg, con un cerebro capaz de controlar las funciones de ese cuerpo biónico.
En una segunda fase, el trabajo de los científicos se parecería más al personaje creado por Mary Shelley en la novela «Frankenstein» .
Y no es para menos esta comparación, ya que lo que se pretendería es transplantar un cerebro humano a esta obra de ingeniería cibernética.
Y finalmente, en la última fase del proyecto, que de acuerdo a sus cálculos debería estar terminando para el 2045, el proceso culminaría con la obra maestra de la ingeniería y la medicina…la creación de un ser totalmente mecánico pero con un cerebro humano capaz de recordar, de tener personalidad y de tener las experiencias de un humano…antes de morir. En otras palabras, recuperar el cerebro de una persona fallecida, introducirlo en el «cyborg» y crear así una especie de humano (en el aspecto de las funciones cerebrales por lo menos) reconfigurando y reiniciando ese cerebro como si de la memoria de un disco de ordenador se tratara.
No cabe duda de que este proyecto va más allá de las técnicas y tratamientos médicos aplicados en la Medicina Biológica, pero sobre todo en la Medicina Antienvejecimiento para contrarestar ese paso del tiempo que se produce de forma natural en nuestro organismo.
Cuestión diferente es que ese «Ciborg» ideal sea una realidad en los plazos que se han marcado, porque los retos son de ciencia ficción.
De momento, situémonos en la tierra, y pensemos en la realidad, para contrarestar las señales que el paso del tiempo deja en nuestra piel, lo mejor es ponerse en las manos de un especialista en Medicina Antienvejecimiento y no en las de Mary Shelley, por si acaso.
Biosalud European Institute of Biomedicine
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