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Mantener una alimentación saludable tras el cáncer

Mantener una alimentación saludable tras el cáncer

 

Cáncer y células cancerosas

Cáncer es un nombre general que engloba más de 100 enfermedades. Aunque hay muchos tipos de cáncer, todos los cánceres comienzan por un crecimiento anormal y fuera de control de las células. Si el cáncer no se trata puede causar enfermedades graves o muerte.

Cancer, las células del cáncer

El crecimiento de las células cancerosas es diferente del crecimiento celular normal. En lugar de morir, las células cancerosas continúan creciendo y forman nuevas células anormales. Las células cancerosas pueden invadir (crecer hacia) otros tejidos, algo que las células normales no pueden hacer. El crecimiento sin control y la invasión de otros tejidos es lo que hace que una célula sea una célula cancerosa.

La célula cancerosa tiene un metabolismo anaerobio. Esto significa que funciona sin oxígeno, pero solo a partir de glucosa. Las células normales pueden obtener energía a partir de glucosa, grasa y proteínas. Sin embargo una célula cancerosa solo puede obtener energía a partir de la glucosa.

Por lo tanto queda claro que si queremos luchar contra las células cancerosas, tenemos que reducir a la mínima expresión la glucosa que vamos a ingerir a lo largo del día.

Además, como consecuencia de su metabolismo anaerobio, las células cancerosas fabrican ácido láctico que hace de protección, de coraza, de la célula cancerosa, frente a las células del sistema inmunitario.

Tenemos que ingerir lactato (algunos tipos específicos de preparados de yogures con un ph alcalino) para deshacer la coraza de ácido láctico y eliminar las defensas de las células cancerosas.

Esta explicación de las células cancerosas queda resumida en este vídeo de Mariano Bueno sobre la dieta para el cáncer.

Los sobrevivientes de cáncer se alimentan peor

Sobrevivir a un cáncer no siempre inspira a la gente a comer de una forma más sana. De hecho, puede hacer justo lo contrario. Esto ha demostrado un reciente estudio en EE.UU conforme al cual, en promedio, los sobrevivientes de cáncer tienen una alimentación menos nutritiva que la población en general, incluidas menos fibra y más calorías vacías.

Fang Fang Zhang, una epidemióloga de la Universidad de Tufts que coescribió el estudio publicado en la revista americana Cáncer, dijo que los resultados fueron una sorpresa.

Zhang y sus compañeros de equipo compararon la ingesta dietética de 1.533 sobrevivientes de cáncer y 3.075 personas que nunca habían tenido cáncer. Los dos grupos fueron emparejados por edad, sexo raza y origen étnico.

Los investigadores estimaron  la calidad de la dieta de un individuo utilizando el Índice de Alimentación Saludable de 2010 del gobierno de Estados Unidos. Las puntuaciones variaron desde cero, lo que significa que no hay adhesión a las directrices, a 100, lo que representa adhesión total.

Después de ajustar por edad, sexo y origen étnico, el equipo encontró que los sobrevivientes de cáncer tenían una puntuación media más baja en el Índice de Alimentación saludable (47,2) que los individuos del grupo sin cáncer (48,3). Los sobrevivientes de cáncer también comían menos fibra que los que nunca habían tenido cáncer (15 gramos por día frente a 15,9 gramos por día). También comían más calorías vacías, lo que significa más azúcares y grasas refinados.

Si bien la diferencia entre los dos grupos puede parecer leve, Zhang explicó que es todavía lo suficientemente significativa para sugerir que los profesionales médicos que atienden a los sobrevivientes de cáncer tienen que hablar con sus pacientes acerca de la nutrición. Sobre todo porque los sobrevivientes tienen un riesgo elevado de problemas de salud crónicos.

«Quiero enfatizar que la mala alimentación es frecuente en esta población, y la carga de enfermedades crónicas es alta», dijo. «Un pequeño cambio puede potencialmente tener un gran impacto en una población de alto riesgo.»

Entre aquellos que tuvieron cáncer, se observó que las personas mayores tenían una dieta más saludable que las personas más jóvenes, y los que tenían una educación universitaria tenían una dieta mucho más saludable que los demás.  Asimismo, los fumadores actuales tenían una dieta peor que los que ya no fuman  o las personas que nunca habían fumado.

Los investigadores también compararon las dietas de las personas que sobrevivieron a los diferentes tipos de cáncer. Las personas que tenían cáncer de mama tenían la dieta más saludable, mientras que los que tenían cáncer de pulmón tenían la peor dieta.

El estudio no aborda por qué las dietas de los sobrevivientes de cáncer son peores que los que nunca han tenido cáncer, pero Zhang dijo que podría haber varias razones.

Señaló que los tratamientos de cáncer pueden hacer que las personas tengan antojos de alimentos específicos, o cambien la forma de su alimentación. Estos cambios pueden persistir mucho después de que el tratamiento es largo, lo que lleva a los sobrevivientes a comer alimentos menos saludables.

Tener cáncer puede causar altos niveles de estrés y ansiedad durante y después del tratamiento, lo que hace difícil para los sobrevivientes dar prioridad a una dieta nutritiva.

«En última instancia, necesitamos más estudios longitudinales sobre la dieta post-cáncer  y de pre-diagnóstico para abordar esta pregunta», afirmó.

Mientras tanto, Zhang espera que su estudio ayude a los profesionales sanitarios a asegurarse de que la nutrición es parte de la conversación, no sólo con aquellos que han sido diagnosticados de cáncer, sino también con aquellos que han sobrevivido al mismo.

 

Mariano Bueno

Dr. Mariano Bueno y su equipo

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