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Las verduras frescas, la mejor opción para combatir los radicales libres

Plato de ensalada y verduras


Una dieta rica en verduras ayuda a combatir los radicales libres ya que contienen antioxidantes. Pero no de todas las formas de prepararlas benefician de igual forma al organismo.

Un estudio realizado en 2009 por investigadores de la Universidad de Murcia y publicado en la revista Food Research Internacional reveló la mejor forma de ingerir alcachofas, espárragos, alubias, remolacha, brócoli, coles de Bruselas, zanahorias, coliflor, apio, pepinos, berenjenas, escarola, ajo, judías verdes, puerro, lechuga, maíz, cebollas, guisantes, rábano, espinacas, acelgas, calabacín y pimiento.

La investigación analizó las 24 verduras frescas, conservadas a 4 ºC en la nevera, congeladas a -20ºC y guardadas en un bote de conserva durante 18 meses.

De las 24 verduras analizadas no todas tienen la misma energía para combatir los radicales libres. Aquellas de color más oscuro como la remolacha, las espinacas, las acelgas, las alubias y las alcachofas los neutralizan en un porcentaje superior al 75%.

Con un poder antioxidante entre el 50 y el 75% encontraríamos el ajo, la escarola, las coles de Bruselas, los guisantes, el maíz, el brócoli, el calabacín, la berenjena, las zanahorias, las cebollas, los espárragos, la lechuga, el apio, los pepinos, las judías verdes y el rábano. Por último, la coliflor, el puerro y el pimiento ayudan contra los radicales libres entre un 25 y un 50%.

En la nevera solo hay que conservarlas durante un día ya que es cuando pierden entre un 0,3 y un 0,8% de su poder antioxidante según este estudio. La excepción está en los pepinos y los calabacines, que pierden entre el 24 y el 34% de su capacidad antioxidante desde el primer día.

El congelador tampoco es un buen elemento de conservación ya que las verduras analizadas pierden entre un 15 y un 26% desde el primer día que está dentro. En conserva pierden la totalidad de su poder antioxidante desde el primer momento.

Comer según la genética

En Biosalud somos conscientes de la importancia de la alimentación para llevar una vida sana. Pero también sabemos que no todas las personas tienen las mismas necesidades nutricionales en su día a día ya sea por su ritmo de vida o, sobre todo, por su genética. Por ello, realizamos a todas las personas que acuden a nuestra unidad de nutrición un estudio totalmente personalizado.

Dos son los análisis que se realizan en Biosalud para conocer las pautas personalizadas de alimentación que debe seguir cada persona. En primer lugar, contamos con un estudio de intolerancias alimenticias que engloba más de 300 alérgenos.

FoodGen es un análisis mediante el que en Biosalud analizamos la genética de nuestros pacientes para proporcionarles unas pautas totalmente exactas y personalizadas de alimentación en función de estos resultados.

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