Según varios estudios científicos, el 90% de las personas que tienen fibromialgia presentan algún tipo de trastorno del sueño. Es más, existen investigadores que aseguran que la misma disfunción del sueño podría desencadenar en fibromialgia.
Por otra parte, el mismo insomnio provoca mayores niveles de dolor y de ansiedad, y, por tanto, mayor impacto sobre la fibromialgia. Por todo ello, es especialmente relevante desarrollar programas para pacientes con fibromialgia basados principalmente en la mejora de la calidad del sueño.
En este sentido, según algunos investigadores, la vitamina D podría jugar un importante papel en la mejora del sistema nervioso de las personas diagnosticadas con fibromialgia, y, por tanto, en la incidencia en la mejora de la calidad del sueño. Según la National Library of Medicine de los Estados Unidos, la vitamina D no solamente es necesaria para la producción de calcio y para el fortalecimiento de los huesos, sino que además tendría bondades que ayudarían a combatir el insomnio.
La posible relación entre los trastornos del sueño y las disfunciones inmunológicas
También debemos destacar la posible relación entre los trastornos del sueño en las personas diagnosticadas de fibromialgia y las disfunciones inmunológicas, según investigaciones, ya que las respuestas de la interleuquina 1B en la regulación de los mecanismos del sueño, incrementa la actividad parasimpática e interrumpe los procesos normales del sueño. La interleuquina 1B es una citoquina proinflamatoria que juega un papel importante en la defensa del organismo.
El sistema nervioso simpático se activa cuando precisamente estamos activos. Sin embargo, el parasimpático se ejecuta mientras dormimos y en fases de relajación. Entonces, ¿qué pasaría con las personas con fibromialgia? Que, al tener un sistema neurovegetativo alterado, probablemente se mantienen más tiempo en fase simpática, por lo que su sueño se ve alterado.
Muchos estudios demuestran que un porcentaje muy alto de pacientes con fibromialgia no llegaría a fases de sueño profundo, con despertares intermitentes y continuos, por lo que se interrumpiría el sueño en la fase REM. ¿El resultado? Mala calidad del sueño, fatiga crónica, mayor dolor físico, problemas cognitivos, emocionales y anímicos, y, además, rigidez matutina.
Por otra parte, el dolor físico que genera la propia enfermedad también ocasionaría una disminución del sueño, de forma que el paciente entraría en un círculo repetitivo: el dolor produciría una disminución del sueño, pero, a su vez, la falta de descanso llevaría a experimentar aún más dolor.
En Biosalud Day Hospital llevamos años investigando en torno a esta patología. Hemos tratado a miles de pacientes con excelentes resultados. Abordamos el problema de la fibromialgia a través de la medicina integrativa, es decir, combinamos varias de las técnicas propias de la medicina biológica junto con las de la medicina convencional. Entre las técnicas que aplicamos dentro de nuestros tratamientos de medicina biológica se encuentran la ozonoterapia o la hipertermia molecular, entre otras. Muchos de nuestros pacientes que sufrían dolores insoportables y no podían descansar una sola noche, ahora gozan de una mejor calidad de vida, energía y entusiasmo.
Fuentes externas consultadas:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37246771/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36672659/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36591895/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37049432/