La fatiga extrema, las migrañas, la irritabilidad o el autismo son trastornos que sufren muchas personas sin que se conozcan las causas: los alimentos que comemos, lácteos y cereales.

Cuando decimos que los lácteos y los cereales son alimentos que pueden afectar a nuestra salud, estamos hablando de numerosas patologías que pueden ser tan comunes como una intolerancia a la lactosa. Sin embargo, hay otras patologías menos conocidas de las que pueden derivar consecuencias como el cansancio, el autismo o la fatiga extrema, y que se derivan de una alergia a la caseína –presente en la leche- o al gluten –presente en el trigo y otros cereales-.

Tanto la caseína como el gluten son proteínas que, en circunstancias normales, deberían ser digeridas por unas enzimas llamadas peptidasas. Estas enzimas son las encargadas de que la digestión de las proteínas se realice correctamente, haciendo que estas se separen en sus aminoácidos básicos. Cuando una persona tiene alterada la función intestinal por diversos problemas de salud, estas enzimas no funcionan correctamente y eso provoca que las proteínas no se degraden bien y generen unos compuestos, los péptidos opioides que pueden ser muy perjudiciales para el organismo.

En Biosalud Day Hospital sabemos que un correcto funcionamiento del intestino es básico para que nuestro sistema inmune funcione al cien por cien. Si esto es así, los péptidos opioides de los que hablamos, gluteomorfina y caseomorfina, no nos afectarán. Si sucede lo contrario, estos compuestos son capaces de producir un efecto similar al de otras drogas como la morfina o la heroína.

En los casos en los que el sistema inmune de una persona funciona bien, su permeabilidad intestinal será la adecuada, lo que hará que únicamente deje pasar a través de ella los alimentos bien digeridos, impidiendo el paso a sangre de sustancias patógenas o alimentos no digeridos correctamente. En las personas cuyo sistema inmune esté alterado, su permeabilidad intestinal también lo estará, permitiendo el paso de esas sustancias perjudiciales, como los péptidos opioides, a la sangre y de ahí llegarán al cerebro.

La barrera hemato-encefálica también estará alterada y estos péptidos, que tienen la capacidad de fijarse en los receptores que normalmente están destinados a los neurotransmisores como la serotonina, dopamina o noradrenalina, alterarán la función de estos neurotransmisores y con ello la función cerebral.

Otro lugar de fijación de estos péptidos opioides es en los receptores de los glóbulos blancos, lo que debilitará enormemente las defensas del organismo con lo que la capacidad de enfermar aumentará.

Por lo tanto, si la permeabilidad intestinal está alterada, la cantidad de gluteomorfina o de caseomorfina aumentará, lo que afectará a nuestra salud con patologías graves a nivel cerebral.

¿Cómo puedo saber si mis niveles de Caseomorfina y Gluteomorfina son los adecuados?

En Biosalud Day Hospital gracias a nuestra dilatada experiencia de más de 30 años buscando el origen de la enfermedad de nuestros pacientes, hemos desarrollado el análisis NEUROPEPTIDOS DE GLUTEN Y CASEINA®. Esta prueba nos permite saber, en tres semanas si nuestros niveles de estos péptidos están dentro de los valores óptimos. De no ser así deberemos retirar de nuestra alimentación todos los alimentos que contengan estas proteínas con el objetivo de reducir esos niveles y así mejorar nuestra salud.