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Un año de covid-19. El reto de la inmunidad

Persona caminando

¿Cuándo vamos a alcanzar la inmunidad frente al covid-19? Después de un año ¿sabemos si volveremos a la vida normal? Son muchas las preguntas y una respuesta, nada ha cambiado en la prevención que debemos mantener.

Las personas mayores, uno de los primeros grupos de población en recibir la vacuna contra la Covid-19, están esperanzadas porque ya ven más cerca el momento en el que puedan salir de su aislamiento. El sector de la sanidad también confía en vivir más seguro. Poco a poco, muchos grupos de población ven menos lejano el final de esta crisis sanitaria sin precedentes. Sin embargo, todavía tenemos que mantener las limitaciones.

Las diferentes vacunas que ya se han empezado a aplicar frente al covid-19 no eliminarán por si solas este gran problema y son muchas las preguntas que nos plantean nuestros pacientes sobre el futuro de la pandemia. Una de las mayores preocupaciones que tenemos es saber el momento a partir del cual vamos a volver a la vida normal. Es decir ¿cuándo vamos a dejar de llevar mascarilla y de mantener la distancia de seguridad?.

La realidad es que, al menos durante todo el año 2021 vamos a mantener gran parte de las restricciones y se prevé que 2022 también sea un año “pandémico”. De hecho, desde la OMS advierten “no vamos a lograr ningún nivel de inmunidad colectiva en 2021”. El descenso en el número de contagios y la protección de cada persona frente a la enfermedad, deberían ser paralelos en todos los países del mundo. La movilidad de las personas por todo el planeta es un factor de riesgo para la transmisión de enfermedades, así que la protección contra el covid es necesaria a nivel global, estemos donde estemos.

Otra de las preguntas más repetidas es ¿tengo que mantener las medidas de prevención si he recibido la vacuna?

Lo cierto es que las precauciones protegen a los demás. Hasta que una elevada proporción de la población no esté inmunizada, seguiremos manteniendo estas medidas: mascarilla, lavado frecuente de manos, distancia interpersonal, limitación en nuestras relaciones y priorizar las actividades al aire libre y en espacios ventilados.

Además, podemos cuidar nuestra salud y reforzar nuestro sistema inmunitario. Aunque no evitemos un contagio, nuestro organismo sí puede estar mejor preparado ante la enfermedad.

Si una persona de mi familia se vacuna ¿puedo abrazarla?

Una de las cosas que más echamos en falta es el contacto físico y tenemos ganas de abrazarnos. Pero lo cierto es que todavía no sabemos cómo evolucionará la propagación del virus; ni entendemos todavía la inmunidad para este virus en concreto ni sabemos hasta cuándo se prolonga la inmunidad que aporta una vacuna. Por otra parte, ninguna vacuna tiene un nivel de eficacia de prevención frente al covid-19 del 100 por 100. Aunque es bajo, también es posible contagiarse.

Todo esto quiere decir que, como mencionábamos anteriormente, debemos mantener las medidas de prevención. Las personas mayores, aquellas que están convalecientes de una enfermedad o son enfermas crónicas, siguen corriendo un alto riesgo por los problemas de salud subyacentes y que el SARS- CoV-2 puede agravar.

Si tenemos síntomas ¿debemos aislarnos?

El virus SARS- CoV-2 y sus mutaciones mantienen su presencia a nivel global. Una de las medidas de precaución más eficaces es el aislamiento ante los primeros síntomas. La Estrategia de Control y Prevención no ha cambiado, así que os recordamos qué hacer en caso de ser pacientes sintomáticos o asintomáticos:

  • Una persona con síntomas de covid que no requiera hospitalización y pueda aislarse de manera efectiva, debe permanecer en su domicilio hasta tres días después de superada la fiebre y el cuadro clínico y, como mínimo, durante diez días desde el inicio de los síntomas. Normalmente no hace falta una PCR para recibir el alta laboral ni para levantar el aislamiento, pero recomendamos que para mayor seguridad, se realicen pruebas diagnósticas.
  • Una persona diagnosticada a través de PCR y asintomática debe aislarse durante diez días desde la fecha de la toma de la muestra.

Debemos aclarar que cuando oímos hablar de cuarentena, este es el aislamiento que una persona debe mantener cuando ha podido estar expuesta al virus. Sin embargo, no son 40 días los que debe pasar en este estado.

 ¿Qué sucede con las nuevas cepas? ¿Son más peligrosas?

La primera cepa de la que oímos hablar fue la británica, más contagiosa aunque no se detectaron diferencias ni en el tipo ni en la gravedad de síntomas. Después se han detectado las cepas brasileña y sudafricana y, ahora, la que preocupa es la californiana. ¿Por qué? Se dice que esta cepa que surgió el pasado mes de mayo, se propaga con mayor facilidad, aportan una mayor carga vírica y es capaz de evadir los anticuerpos. Lo normal es que una cepa se debilite conforme se propaga y, aunque es pronto para confirmarlo, en la cepa californiana no se han encontrado esos signos de mayor debilidad hasta el momento.

Por otra parte, de la aparición de nuevas cepas depende la velocidad con la que se propague el virus. Aunque no se ha demostrado la mayor virulencia de ninguna de las cepas, el problema de una mayor -y más rápida- infección, nos devolvería a una situación de colapso en los cuidados intensivos.

¿Cuánto duran los efectos secundarios del Covid-19?

En otras ocasiones hemos hablado de los efectos secundarios del covid-19. El síndrome de covid persistente presenta diferentes síntomas que no tienen que aparecer en su totalidad ni con la misma intensidad o duración entre todos los pacientes. Por otra parte, se ha detectado la presencia del síndrome de fatiga crónica entre numerosas personas que han padecido covid-19.

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