La histamina no sólo es un factor decisivo en las alergias. Su propio equilibrio en nuestro organismo puede condicionar nuestra salud de forma más grave que la alergia si no se metaboliza de forma correcta.

Nuestro cuerpo produce muchas de las sustancias que necesita para funcionar. Podríamos decir que es una máquina perfecta que utiliza sus propios recursos y los del exterior para mantenerse en marcha. Lo que no necesita, lo transforma y lo deshecha.

Sin embargo, esta máquina puede fallar porque algunos de esos recursos se desequilibran, por exceso o por defecto, y causan síntomas y enfermedades. Un ejemplo lo tenemos en las enfermedades autoinmunes, cuando nuestro sistema inmunitario se sobrepasa en sus funciones y ataca al propio cuerpo, o en las alergias, con las reacciones excesivas ante los llamados alérgenos.

Una de las sustancias fundamentales para que nuestro cuerpo funcione bien es la histamina, pero su presencia excesiva en nuestra sangre, puede tener graves consecuencias sobre nuestra salud. La histamina es una molécula que produce nuestro cuerpo y que sirve para:

• Regular las hormonas tiroideas, las hormonas de crecimiento o las hormonas implicadas en el ciclo menstrual.
• Intervenir en las reacciones del sistema inmunológico cuando este se activa.
• Regula funciones a nivel del sistema nervioso central, actuando como neurotransmisor y neuromodulador
• Equilibrar los ritmos biológicos como la temperatura corporal, el estrés, el sueño o la ingesta de alimentos.
• Además interviene en nuestra concentración y capacidad de aprendizaje, en nuestra regulación emocional e incluso en el cansancio muscular y en el dolor.

Con todas estas funciones para nuestro organismo, la histamina se metaboliza por otras sustancias, especialmente por la enzima Diamino Oxidasa (enzima DAO), que regula el nivel de histamina en nuestra sangre.

¿Por qué es importante mantener equilibado el  nivel de histamina?

Bien la histamina ingerida, bien la que produce el propio organismo, tienen que metabolizarse de forma adecuada. Los efectos adversos derivados de la acumulación de histamina en el plasma sanguíneo se traducen en una serie de síntomas que son inespecíficos y que pueden afectar a diferentes sistemas. En ocasiones se asimilan estos síntomas a los de la alergia, pero no es una alergia ni son los únicos síntomas.

La causa de la acumulación de histamina es el déficit de la enzima DAO. Antes de ver por qué se produce este déficit, veamos los síntomas:

• Algunos síntomas se pueden relacionar con la alergia: congestión nasal y asma e incluso las manchas en la piel. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos síntomas no están relacionados con la ingesta de algún alimento concreto, sino con la cantidad de histamina que consumimos en determinados alimentos, y que no se metaboliza.
• Otros síntomas están relacionados con el sistema cardiovascular y pueden ser: tensión, demasiado alta o demasiado baja, y arritmias.
• Síndrome del intestino irritable, estreñimiento y sensación de saciedad, dolor de estómago o náuseas y vómitos.
• Dolor muscular y de huesos.

Es posible que estos síntomas te suenen, incluso que vivas con un malestar y nunca lo hayas relacionado con este déficit. Es fácil salid de dudas. En Biosalud Day Hospital contamos con un análisis específico que determinará la actividad de la enzima DAO en tu organismo, su capacidad para sintenizar la histamina. Solo tienes que acudir a nuestros centros de Madrid o Zaragoza y realizar una extracción de sangre. En solo tres semanas sabrás si tu malestar está relacionado con la histamina.

¿Qué puedes hacer si tienes un déficit de actividad de la enzima DAO?

Si la falta de actividad de la enzima DAO tiene un origen genético, es más difícil actuar sobre el exceso de histamina, cuando es el propio cuerpo el que la produce. Pero si actuamos sobre la histamina que proviene de los alimentos, podemos controlar su exceso.

Hay que tener en cuenta que el déficit de DAO puede provenir también del consumo de fármacos, también de los tratamientos de radioterapia o quimioterapia, del consumo de alcohol o incluso de un desequilibrio de la mucosa intestinal.

La alimentación es clave, todos los alimentos contienen histamina, especialmente aquellos que se deterioran con facilidad, como la carne y el pescado, o los alimentos y bebidas fermentadas. No hay un consenso sobre la cantidad de histamina que tiene cada tipo de alimento, ni sobre el nivel más adecuado de ingesta de histamina.

En cualquier caso, es conveniente conocer los alimentos que tenemos que evitar para recuperar la salud:

• Alimentos ricos en histamina: los productos vegetales fermentados, el queso emmental y el roquefort, las carne procesadas, el pescado azul, el vinagre, la berenjena, el aguacate o las espinacas.
• Alimentos que bloquean la función de la enzima DAO: especialmente el alcohol. Incluso las personas con una actividad normal de la enzima DAO, se sienten mal cuando hay una ingesta de alcohol.
• Alimentos que liberan la histamina endógena: además del alcohol, los cítricos, el tomate frito, el marisco y el pescado, la carne de cerdo, los cereales o los champiñones y el chocolate.

Llevar una dieta libre de histaminas requiere un gran sacrificio y en cualquier caso, debe seguirse con las indicaciones de un especialista.