Nuestro estilo de vida nos está haciendo cada vez más enfermos; la alergias o las enfermedades reumáticas son algunas de las patologías cuya incidencia crece y nos impiden vivir plenamente, incluso en vacaciones cuando aprovechamos para relajarnos y descansar.
Este verano estamos sufriendo elevadas temperaturas durante periodos de tiempo más prolongados. Son las llamadas “olas de calor” y, en nuestro día a día, tenemos que convivir con las consecuencias que tiene esto sobre nuestra salud en general. Estamos más “aplatanados”, nos puede bajar la tensión, sudamos más para regular nuestra temperatura y debemos tener atención con personas enfermas y mayores y a niños. Pero ¿qué ocurre de forma específica con las enfermedades reumáticas?
La exposición a los cambios de temperatura no son los únicos factores a tener en cuenta por parte de las personas con una enfermedad reumática. Por ejemplo, la alimentación puede aliviar los síntomas delas enfermedades reumáticas y el esfuerzo físico moderado puede permitirnos controlar el dolor durante el viaje. En cualquier caso, son numerosas las enfermedades reumáticas, sus síntomas y sus causas y siempre hay que consultar a un especialista antes de salir de viaje. Nuestras recomendaciones generales son estas:
Si quieres disfrutar del viaje, busca temperaturas moderadas
El calor y el frío no influyen en la incidencia de las enfermedades reumáticas. Sin embargo, el frío sí que puede agravar ciertos síntomas. Con las temperaturas bajas es más evidente, ya que una consecuencia inmediata del frío es la contracción muscular, como mecanismo de defensa. Esto puede provocar un mayor dolor por el efecto de la rigidez muscular en las articulaciones, por ejemplo, y otras partes del aparato locomotor.
El frío también puede provocar una alteración en los vasos sanguíneos de las extremidades y afectar a pacientes con lupus o esclerodermia.
La humedad y las altas presiones también agravan los síntomas. Sin embargo, ninguno de estos factores afecta por igual a todos los pacientes que, de hecho pueden no verse afectados. Sí que recomendamos, precisamente por este posible empeoramiento de los síntomas, que busques un destino cómodo en el que no exista este factor de riesgo como es el frío.
En cuanto a los destinos cálidos y de playa, la mayor incidencia de las condiciones sobre nuestra salud, dependen de la patología concreta. Por ejemplo, el mar es bueno para los síntomas de psoriasis sin embargo las personas con lupus, pueden ver agravados sus síntomas de rigidez.
En general, el sol, es perjudicial para personas con enfermedades autoinmunes que cursan con fotosensibilidad, como el propio lupus. La radiación ultravioleta puede potenciar la inflamación o las erupciones cutáneas asociadas a esta sensibilidad a la luz, así como síntomas de fatiga y fiebre, o dolor articular. Por eso es recomendable proteger la piel con solares con pantalla total de alta calidad, al menos media hora antes de someterse a las radiaciones ultravioletas.
La alimentación, clave para disfrutar del viaje
La dieta mediterránea es especialmente buena para luchar contra la inflamación y aportar salud articular para las personas con una enfermedad reumática. La buena noticia es que los alimentos que describen la dieta mediterránea se pueden encontrar en numerosos destinos turísticos.
Pescado rico en Omega 3. Estas grasas tienen efecto antiinflamatorio y ayudan a mitigar las enfermedades crónicas. Además, estos ácidos grasos sólo pueden obtenerse con la alimentación porque el cuerpo por si mismo no los produce.
Frutos secos. Son saciantes, tienen efectos antiinflamatorios y se pueden llevar en el bolso o mochila como tentempié durante el viaje
Frutas y verduras. El valor antioxidante y antiinflamatorio mantienen las células sanas y en concreto, as hortalizas solanáceas tienen bajo valor calórico y estimulan el sistema inmunológico. Eso sí, de viaje procura lavar bien toda la fruta y comer las hortalizas cocinadas.
Si quieres saber más sobre los alimentos más apropiados para controlar las enfermedades reumáticas, lee este artículo.
Pautas que puedes seguir para disfrutar del viaje
La Sociedad Española de Reumatología publicó hace dos años una serie de recomendaciones que siguen vigentes. Es importante, consultar con tu médico antes de salir de viaje y, en cualquier caso, llevar un informe vigente sobre tu enfermedad. De esta forma, si tienes algún problema, los especialistas que te traten tendrán información veraz sobre tu condición.
Por otra parte, si tomas medicación, estas pautas deberían aparecer en el informe y deberías asegurarte de que el estado de conservación de esta medicación es el óptimo.
Además hay enfermedades con las que debemos tener más cuidado, por ejemplo con la gota y el consumo de marisco, que puede agravar los síntomas, y medicamentos inmunosupresores incompatibles con las vacunas exigidas para viajar a determinados países.
El sol, la sequedad, o la inmovilidad que exige un viaje en avión son factores de riesgo que pueden hacer nuestro viaje más incómodo.
No obstante, la medicina biológica nos ofrece soluciones y, si no una cura definitiva, sí una desaparición de la sintomatología que puede hacer nuestra vida más fácil en general. En Biosalud Day Hospital apostamos, en general, por un tratamiento sin inmunosupresores que se fije en todos los factores que han provocado la enfermedad. Como especialistas en enfermedades reumáticas somos conscientes de las virtudes de la medicina convencional pero en nuestro caso, la visión de la salud y la enfermedad es más amplia, lo que nos permite realizar diagnósticos precisos y tratamientos eficaces.