La calidad nutricional de los alimentos y nuestros hábitos de vida están detrás de numerosas enfermedades y cada vez más estudios lo demuestran. La sensibilización y la responsabilidad como consumidores podrían ayudara nuestra salud.
A final del año 2018, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social del Gobierno de España anunció la implantación del Etiquetado Nutricional Frontal, un “semáforo” que hace más comprensible y directa la información nutricional de alimentos y bebidas. De esta forma las autoridades sanitarias pretenden que los consumidores tomemos decisiones conscientes sobre nuestra alimentación y, por tanto, más saludables.
Este sistema, llamado Nutriscore, consiste en “un gráfico con coloración gradual del verde al rojo en cinco niveles al estilo de un semáforo” en el que se destacará el color que corresponda en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas, siendo el verde, el más saludable, y el rojo el de baja calidad nutricional.
Entonces ¿no son los etiquetados actuales suficientes? a la vista de las cifras de obesidad, diabetes y otras enfermedades asociadas a la alimentación está claro que la información no llega a la ciudadanía o no somos responsables como para mirar con lupa lo que comemos. De ahí el “semáforo”.
“Que la medicina sea tu alimento y tu alimento, la medicina”, decía Hipócrates, uno de los padres de la medicina occidental. Lamentablemente, el alimento también es la causa de enfermedades hoy en día y forman parte de esos “factores ambientales” que activan enfermedades autoinmunes, el cáncer y otras enfermedades crecientes. En Biosalud Day Hospital somos conscientes de la importancia de la alimentación y por eso forma parte fundamental en los tratamientos. Una dieta estricta requiere un gran compromiso por parte del paciente porque a veces es duro cambiar de hábitos, pero merece la pena.
Alimentación y depresión
La revista Molecular Psychiatry publicó recientemente los resultados de un estudio que constataba que la dieta mediterránea disminuye en un 33 % los riesgos de depresión, una enfermedad que se asocia a una dieta rica en ácidos grasos saturados, azúcar y productos refinados.
La investigación se realizó sobre datos de 36.500 personas adultas y su directora, Tasnime Akbaraly señala que “estos resultados confirman la hipótesis según la cual evitar los alimentos pro-inflamatorios y sustituirlos por alimentos anti-inflamatorios contribuye a prevenir los síntomas depresivos y la depresión”.
La relación entre el intestino y el cerebro está ampliamente investigada e incluso se ha descubierto que existe un circuito neuronal propio entre los dos órganos. Un desequilibrio en la microbiota puede traernos problemas emocionales como la depresión. Un buen ejemplo es la candidiasis intestinal, una infección por la proliferación excesiva del hongo Candida Albicans que tiene como síntomas las molestias intestinales así como la alteración en el estado de ánimo y la depresión.
Conocer el estado de salud del intestino es un paso previo para llevar una dieta personalizada que cuide tu salud. En Biosalud Day Hospital te lo ponemos fácil y , sin salir de casa, puedes conocer cuál es el equilibrio de tu intestino. Con nuestros análisis GutCheck Heces y GutCheck Orina, puedes coger las muestras en casa y te enviamos los resultados. Según nuestra experiencia, esta es la mejor forma des establecer una pautas alimentarias a favor de la salud.
Obesidad y demencia
La obesidad es una patología que no se relaciona únicamente con la alimentación. Aunque sí que juega un papel fundamental, lo cierto es que puede haber factores genéticos que influyan de forma más directa si no se lleva una alimentación adecuada al ADN.
Sea como sea, lo cierto es que en España la dieta mediterránea no triunfa mucho, al menos los más pequeños: el 40 por ciento de los niños y niñas en nuestro país, son obesos. Esto está relacionado con la diabetes, las enfermedades cardiovasculares la hipertensión y también con la demencia.
Una investigación realizada en la Universidad de Princeton descubrió que entre las neuronas del hipocampo de los ratones obesos no se producían las sinapsis necesarias para el aprendizaje y la memoria porque estas células carecían de espinas dendríticas. El estudio demostró que la obesidad provoca que las microglías “devoren las conexiones neuronales del hipocampo”, provocando diferentes formas de demencia.
Desayuno y salud cardiovascular
Siempre se ha dicho que el desayuno es la comida más importante del día, pero es importante que la calidad nutricional de los alimentos sea alta, sobre todo en el desayuno de los más pequeños. Desde la Universidad Pública de Navarra alertan de los factores de riesgo cardiovascular y metabólico en niños con sobrepeso, independientemente de la frecuencia del ejercicio que practiquen.
En un artículo publicado en la revista Nutrients, las investigadoras de la Universidad relacionan los desayunos con una proporción alta de calorías por gramos de alimento con mayores niveles de colesterol y ácido úrico y una mayor resistencia a la insulina.
Las autoras del artículo, publicado en la revista Nutrients, observaron que aquellos menores (una muestra de 200 niños de 8 a 12 años con exceso de peso) que consumían desayunos con peor calidad nutricional y mayor densidad energética (entendida como más cantidad de calorías por gramos de alimento) tenían mayores niveles de colesterol y de ácido úrico y una mayor resistencia a la insulina.
Los productos ultraprocesados (galletas y bollería, cereales azucarados o barritas preparadas de cereales) están muy presentes a la hora del desayuno, así que la estrategia de salud pública pasa por la educación nutricional que resalte la importancia del desayuno saludable.
Existen muchos más estudios recientes que ponen en relación la alimentación con las enfermedades como la diabetes-1 en niños o el cáncer.