Bursitis, tendinitis y otros sÃndromes de los tejidos blandos
El dolor miofascial se produce por un trastorno no inflamatorio que causa un dolor localizado, rigidez y puntos gatillo.
El dolor miofascial se define como aquel dolor que se origina desde los puntos gatillo miofasciales en el músculo esquelético. Es frecuente en sÃndromes de dolor musculoesquelético regionales, ya sea solo o en combinación con otro dolor generador.
Tiene 3 componentes básicos:
- una banda palpable en el músculo estriado afectado. Produce tensión en el músculo por la contracción del nódulo palpable. No se ve a simple vista, pero sà si se realiza la apropiada exploración muscular en el lugar del músculo de mayor relajación
- los puntos gatillo: zona hipersensible que se identifica con la palpación y reproduce el dolor local y el referido a distancia por el paciente, que es el origen del dolor
Hay dos clases de punto gatillo, activos y latentes. Los activos son la causa directa del dolor y los latentes producen disfunción al realizar movimientos musculares.
- el dolor. Se trata de un dolor regional de origen muscular localizado en un músculo o grupo muscular
La evaluación adecuada y la gestión de dolor miofascial es una parte importante de la rehabilitación musculoesquelética, y de sÃndromes regionales axiales y de dolor de las extremidades.
La definición convencional del sÃndrome de dolor miofascial se caracteriza por dolor regional procedente de lugares hiperirritables, dentro de bandas tensas del músculo esquelético, conocidas como puntos gatillo miofasciales.
El dolor miofascial puede proceder de un trauma directo o indirecto, una patologÃa de la columna vertebral, exposición a tensión acumulativa y repetitiva, disfunción postural o desacondicionamiento fÃsico
El tratamiento de la etiologÃa subyacente es actualmente la estrategia más aceptada para la terapia del dolor miofascial. Si no se trata adecuadamente, los puntos gatillo pueden activarse y persistir el sÃndrome de dolor miosfacial
La bursitis
Se produce cuando se inflaman las bursas causando dolor. Las bursas son una especie de bolsitas de lÃquido amortiguadoras que se hallan en sitios donde hay punto de roce, como músculos, tendones o huesos. Colaboran en el movimiento normal de las articulaciones evitando las fricciones de las mismas. Por todo el organismo tenemos bursas, pero suele producirse la bursistis en los hombros, rodillas, caderas, pelvis, dedos del pie, codos y talones.
Sabremos que tenemos bursitis cuando sintamos dolor al llevar a cabo ciertos movimientos normales de la vida diaria. Otro sÃntoma que puede darse es la fiebre.
La bursitis puede ser aguda, en la que la articulación tiene un color rojizo y una temperatura mayor que el resto del cuerpo. Suele darse por una infección o por gota. Y también existe la bursitis crónica, que puede deberse a una anterior bursitis aguda o a lesiones en una articulación repetidas veces. Provoca una atrofia muscular y una debilidad motora.
Para el tratamiento de la bursitis, lo mejor es no hacer sobreesfuerzos y la aplicación de frÃo o calor y tablillas
Tendinitis
Al igual que la bursitis, la tendinitis causa hinchazón en los músculos y los huesos. También se presenta con mayor asiduidad en las mismas zonas que hemos indicado para la bursitis, o sea, hombros, codos, muñecas, tobillos, caderas o rodillas. Pero en este caso afecta a los tendones, que son bandas flexibles de tejido que conectan los músculos a los huesos. Los tendones pueden tener un tamaño pequeño, como los de la mano o el tobillo, o grande, como el tendón de Aquiles en el talón. Los tendones ayudan a crear el movimiento al hacer que los músculos empujen los huesos en diferentes formas. La tendinitis puede definirse como  la inflamación intensa de un tendón.
La tendinitis suele aparecer cuando se han producido lesiones de una forma repetida en un área determinada, como la rodilla o el tobillo. Los tendones se desgastan con el tiempo.
Tanto la bursitis como la tendinitis tienen más posibilidades de producirse cuando se realizan los mismos movimientos todos los dÃas o se hace demasiada fuerza sobre las articulaciones.
Otros sÃndromes de los tejidos blandos
Existen otros sÃndromes de los tejidos blandos que son formas de tendinitis que reciben un nombre determinado dependiendo del deporte en el que tienen más riesgo de producirse.
- Codo de tenista y codo de golfista: El codo de tenista se produce por lesión en el tendón exterior del codo y el de golfista por lesión en el tendón interno. El dolor se manifiesta en el codo, pero puede trasladarse al brazo o antebrazo.
- Pinzamiento del hombro: Son dos las clases de tendinitis que afectan al hombro. En la tendinitis del bÃceps el afectado es el bÃceps, músculo situado al frente del brazo, y que mantiene al hueso dentro de la cavidad de la articulación del hombro, y en la tendinitis del manguito de los rotadores, la parte afectada es la más alta del hombro y el brazo. El manguito de los rotadores es un conjunto de músculos que unen el brazo al omoplato o escápula. Este âmanguitoâ permite alzar y girar el brazo. Cuando se comprime el manguito de los rotadores es cuando tiene lugar el pinzamiento del hombro. Ãste puede ser causado por deportes que impliquen usar el hombro de manera intensa, por artritis reumatoide o por trabajos que requieren llegar a objetos por encima de la cabeza.
- Rodilla del saltador: Se llama asà porque con frecuencia afecta a jóvenes que practican el baloncesto. Pero también puede afectar a personas mayores, cuyos tendones son menos flexibles y están debilitados. O a personas que inflamen o desgarren los tendones si abusan de actividades como bailar, trotar o ir en bicicleta.
- Tendinitis aquiliana: la que se produce en el tendón de Aquiles, que es el que une la pantorrilla con la parte posterior del talón. Es cuando este tendón se inflama, estira o desgarra. Cuando se suben escaleras, por ejemplo, puede producirse esta lesión. En los atletas, la mayor parte de las veces la tendinitis aquiliana ocurre en carreras de velocidad o saltos. En los deportes de fútbol o baloncesto una lesión del tendón de Aquiles supone el final de temporada para el deportista. La inflamación del tendón de Aquiles puede ser también un padecimiento de larga duración
Tratamiento de bursitis y tendinitis
El fin del tratamiento es sanar la bursa o tendón lesionado. El primer paso consiste en reducir el dolor y la inflamación, lo que se puede lograr con reposo, inmovilización con un vendaje apretado, elevación del área afectada o tomando medicamentos antiinflamatorios. El hielo puede ser una buena medida para el principio, pero en las lesiones crónicas no será de mucha ayuda.
Hay otros tratamientos como corrientes eléctricas, ejercicios y masajes de estiramiento.
Si la cosa no mejora, puede practicarse una cirugÃa para reparar los daños y aliviar la presión sobre los tendones y las bursas.
Actualmente existen nuevos tratamientos de medicina regenerativa en los que se usa el plasma rico en plaquetas y en los que Biosalud es centro pionero en España.