La enfermedad celíaca (EC) se llega a vincular con una intolerancia alimenticia permanente al gluten y una dieta libre de este complejo proteínico, como principales tratamientos para detener sus consecuencias. Las referencias iniciales sobre el síndrome de sensibilidad al gluten no celíaca vienen de finales del siglo XX, conforme señala la Unión Europea de Gastroenterología. No obstante, en estos últimos años se ha demostrado que la sensibilidad al gluten no celíaca ha aparecido como un nuevo síndrome clínico que afecta a millones de seres humanos en toda la Unión Europea.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados para determinar el síndrome de sensibilidad al gluten no celíaca, los síntomas típicos de esta dolencia son parecidos a los de la enfermedad celíaca, lo que dificulta su reconocimiento en la práctica médica.

Chris Mulder, miembro de Unión Europea de Gastroenterología y presidente de la Asociación Holandesa de Gastroenterología, comentó que en la actualidad solamente se puede identificar el síndrome en personas con síntomas intestinales y otros típicos de la celiaquía que han respondido positivamente a la dieta sin gluten, una vez evitada la enfermedad celíaca con las pruebas diagnósticas adecuadas. Se necesitan criterios más exactos para integrar el síndrome de sensibilidad al gluten no celíaca a la práctica médica.

Terminó explicando que en el caso del síndrome de sensibilidad al gluten no celíaca, no se tiene los suficientes conocimientos como para recomendar un enfoque de tratamiento específico, en el que está incluido la dieta sin gluten.

Detección y tratamiento natural de las intolerancias alimenticias

Con un tratamiento necesario, las intolerancias alimentarias son en gran medida reversibles, a excepción de las ocasionadas por mutaciones genéticas.

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