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La enfermedad detrás del diagnóstico de fibromialgia

Fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad poco entendida. Sin una causa aparente y con unos dolores inespecíficos, incluso con un diagnóstico claro son pocos los tratamientos realmente eficaces. Es posible que el diagnóstico se fije solo en los puntos de dolor y no sea preciso.

La enfermedad de Lyme es la epidemia más importante transmitida por vectores. Tiene la particularidad de imitar enfermedades como son la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica, autoinmunes como la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide o enfermedades psiquiátricas como la ansiedad o la depresión.

Esto se explica porque sus síntomas coinciden con lo de otras enfermedades pero no se los relaciona con la causa, que es una infección vírica. Las analíticas sanguíneas con las que se puede diagnosticar la enfermedad de Lyme son muy poco fiables, razón por la cual se sospecha que hay un alto porcentaje de personas diagnosticadas con fibromialgia que, en realidad, padecen la enfermedad de Lyme. Y esto afecta a no pocas personas, ya que se estima que el 2,5 por ciento de la población española tiene un diagnóstico de fibromialgia.

¿Qué síntomas ponen relación Lyme y fibromialgia?

Cuando una persona tiene fibromialgia, el dolor, la ansiedad y la frustración son tres de los síntomas asociados que presentará. En muchas ocasiones, la dificultad para dormir, el entumecimiento, una depresión constante o el síndrome del intestino irritable no hacen más que agravar esta complicada situación, junto con el desconocimiento profundo sobre cuál puede ser su origen.

Algunos expertos afirman que la fibromialgia es algo relacionado con el estrés o con un trauma, pero otros establecen una conexión entre los desequilibrios químicos que actúan sobre el sistema nervioso y las alteraciones hormonales. Asimismo, existen investigadores que hablan de genética y otros no encuentran ningún tipo de explicación razonable. A pesar de ello, la conjunción de todo lo citado hasta ahora puede ser otra alternativa.

Las pruebas más exhaustivas y la experiencia clínica nos dicen que todo ello puede ser una complicación de la enfermedad de Lyme.

¿Qué es la enfermedad de Lyme?

Esta enfermedad resulta ser una infección que es transmitida por las picaduras de insectos, especialmente de las garrapatas. Se puede decir que es similar a la sífilis y que se transmite de la madre gestante al feto.

Esta enfermedad está caracterizada por ser consecuencia de una infección causada por un tipo de bacteria, borrelia, que es una espiroqueta o bacteria con forma tubular. Su mecanismo de acción tiene lugar en la liberación de BLPS o lipoproteínas bacterianas, que son unas neurotoxinas que pueden ocasionar desequilibrios hormonales, malestar gastrointestinal, problemas de memoria, dolor neurológico, entumecimiento e inflamación generalizada. Además de todo esto, también cursa con inflamación en los ganglios linfáticos, escalofríos, rigidez en el cuello, dolor de cabeza, fiebre y falta de energía.

A medida de que la espiroqueta se desplaza por el organismo, se va liberando BPLS, lo que provoca que el sistema inmunológico se siga deteriorando, aparezcan irritaciones, se origine inflamación y surja algún que otro desastre en el sistema nervioso, así como en el sistema endocrino neural.

Es una enfermedad compleja de diagnosticar con una analítica de sangre si está en sus inicios, motivo por el cual los profesionales necesitan realizar una exploración física y recoger una serie de datos relacionados con factores de tu entorno que puedan determinar qué es lo que te está pasando. Por ejemplo, deberán tener en cuenta si has estado expuesto a la picadura de garrapatas.

¿Existe entonces relación entre estas dos patologías?

Algunos autores indican que los problemas articulares a largo plazo se pueden activar y que esto puede originar un síndrome de sensibilización central, por lo que sospechan que sí que hay un alto grado de probabilidad de que estas dos patologías estén relacionadas.

Es importante tener en cuenta la relación de la fibromialgia con el síndrome de fatiga crónica. Estos están relacionados entre sí por el denominado eje HPA o eje hipotalámico- hipofisario- adrenal. Este eje es como una conexión a Internet en el cerebro que controla las hormonas principales de nuestro cuerpo. En numerosas ocasiones, los niveles anormales de ciertos productos químicos regulados por el eje HPA son una causa principal de que se dé el síndrome de fatiga crónica.

Un paciente puede contraer una infección que puede estar en el organismo sin mostrarse hasta que un día se le debilita el sistema inmunológico. Algunas de las razones para que una persona esté inmunodeprimida son un parto, una vacuna, una experiencia traumática, un trauma emocional, etcétera.

En el eje HPA radica la relación existente entre la enfermedad y la fibromialgia, que puede darse de dos formas: mediante cambios epigenéticos o mediante neurotoxinas.

Cómo encontrar el tratamiento adecuado para la enfermedad de Lyme

No es sencillo hallar el tratamiento adecuado. Si se detecta a tiempo la enfermedad, es posible que los antibióticos ayuden a atajar el problema de raíz. Sin embargo, esto no es lo habitual. Hay que tener en cuenta que el tiempo indicado para la terapia antibiótica es de entre 4 y 6 semanas. Pero, existe la posibilidad de una recidiva, es decir, que vuelva a aparecer la enfermedad después de meses e incluso años.

Es importante saber que los antibióticos no fortalecen el sistema inmunitario y no son muy eficaces en una infección secundaria como, por ejemplo, la causada por las neurotoxinas BLP. Además, es importante que, además de frenar la enfermedad, reparemos el organismo que en ocasiones se encuentra muy dañado; la enfermedad de Lyme es multi sistémica y muy agresiva.

Las personas afectadas con la enfermedad de Lyme pueden sufrir una serie de co-infecciones que se pueden ver agravadas por la toxicidad de químicos y metales pesados. Para erradicarla, será necesario realizar un tratamiento pautado que combine antibióticos con técnicas de medicina biológica, entre otras. No obstante, estas coinfecciones nos pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad de Lyme

Lo más adecuado es ponerse en manos de un equipo de especialistas cualificados con formación impartida por la ILADS, entre los que se encuentra el director médico de este centro, BIosalud Day Hospital. Esta enfermedad debe tratarse de forma inmediata pero con un detallado plan de tratamiento personalizado para que podamos recuperar cuanto antes un estado de salud óptimo.

En definitiva, con todo esto queremos decir que no solo hay que aplicar tratamientos específicos estándares que estén dirigidos a paliar el dolor, sino que es imprescindible y necesario realizar un análisis causal que nos diga si realmente estamos ante la enfermedad de Lyme. 

Además, hay que recordar que, como esta enfermedad no es ni fibromialgia ni síndrome de fatiga crónica, es una infección. Por ello, el organismo tenderá a acidificarse y el consumo de antiinflamatarios la mantendrá o, incluso, incrementará. En este sentido, también es importante que el tratamiento incluya una pauta de alimentación estricta que contribuya al restablecimiento de la salud. 

 

*Este artículo es informativo y en ningún caso sustituye una opinión médica. Ante cualquier duda o problema de salud, acuda a un especialista.

Mariano Bueno

Dr. Mariano Bueno y su equipo

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