El virus del ébola provoca que el mensajero de la infección no pueda entrar a la célula para avisarla y que ésta pueda plantear una respuesta inmune.
Los científicos han descubierto cómo los bloques del virus mortal del Ébola desactivan la respuesta inmunitaria, un descubrimiento que puede guiar el desarrollo de curas o vacunas potenciales.
El brote de Ébola en Ãfrica occidental, el peor desde que el virus fue descubierto por primera vez hace cuatro décadas, ha matado a más de 1.000 personas desde principios de este año, mientras que casi 2.000 han sido infectadas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Dr Gaya Amarasinghe y colaboradores de la Escuela de la Universidad de Medicina de Washington, junto con colaboradores de la Escuela Icahn de medicina de Mount Sinai y el UT Centro Médico de Dallas han encontrado como la proteína VP24 del ébola altera la respuesta inmune innata de la célula, un primer paso fundamental en el camino del virus para causar la enfermedad mortal.
«Hemos sabido durante mucho tiempo que la infección por Ébola obstruye un compuesto inmunológico importante llamado interferón», dijo Amarasinghe en el estudio publicado en la prensa en la revista Host & Microbe Cell.
Según los investigadores, el VP24 funciona previniendo el factor de transcripción STAT1, que lleva el mensaje antiviral al interferón, entra en el núcleo e inicia una respuesta inmune.
Como parte de una respuesta inmune rápida, la célula permite al STAT1 un «carril de acceso de emergencia» al núcleo. En lugar de bloquear toda la transferencia nuclear, sin embargo, el VP24 se centra en el bloqueo de STAT1 al «acceso carril de emergencia.»
«Una de las razones principales por la que el virus Ébola es tan mortal es porque interrumpe la respuesta inmunológica del organismo a la infección«, dijo el Dr. Chris Basler de la Escuela de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí.
Actualmente no existe una cura o vacuna para el Ébola, que la OMS ha declarado una emergencia de salud pública mundial.
El virus puede ser adquirido por contacto con sangre o fluidos corporales de una persona infectada. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de garganta, dolor muscular y dolores de cabeza. Náuseas, vómitos y diarrea siguen, junto con una disminución del funcionamiento del hígado y los riñones.
