La alergia a la proteína de la leche de vaca es una de las alergias alimentarias más frecuentes en los primeros meses de vida. Una investigación realizada mostró que la detección tarda, en promedio, seis meses.
El diagnóstico de la APLV, intolerancia o alergia a la proteína de leche de vaca, es más habitual durante los primeros meses de vida. Sin embargo, resulta difícil de detectar y una de las razones es que no se hace un diagnóstico, por lo que los niños pueden provocar lesiones cutáneas, gastrointestinales y respiratorios sin obtener el tratamiento médico adecuado.
Según explica el Dr. Christian Boggio Marzet, médico pediatra gastroenterólogo y profesor de gastroenterología pediátrica de la Facultad de Medicina de la UBA, la alergia a la proteína de leche de vaca (PLV) se define como una reacción inmune mediada por IgE o hipersensibilidad inmediata.
Dos de cada cien niños desarrollan una respuesta inmunológica adversa al consumirse leche vacuna.
La alergia a la proteína de la leche de vaca afecta del 2 al 7,5 por ciento en los primeros años de vida, la frecuencia de aparición va reduciendo conforme avanza la edad de los individuos. La remisión de este tipo de alergia alimentaria se da por sí sola en el 95 por ciento de los casos, entre los 3 y 5 años de edad, según un estudio.
Síntomas más habituales de las intolerancias alimentarias en los niños
Los síntomas de la alergia, a diferencia de la intolerancia, por lo general se manifiestan a los pocos minutos del contacto con la sustancia responsable.
Frecuentemente se presentan en los primeros 2 años de vida, coincidiendo muchas veces con la introducción de los diferentes alimentos en la dieta.
Las manifestaciones más frecuentes son:
- Cutáneas: Urticaria aguda, Dermatitis atópica
- Síntomas respiratorios: Rinitis aguda, afectación laríngea, afectación bronquial: crisis asmáticas, ..
- Síntomas digestivos: Dolor abdominal, náuseas o vómitos, diarrea reacción anafiláctica, ..
